La historia de Chungo comenzó hace casi 50 años, cuando Jorge Davalli, empezó a trabajar en una heladería del barrio de Saavedra y allí aprendió el oficio de heladero. Luego de algunos años y con mucho esfuerzo, decidió comprar el fondo de comercio de la heladería donde trabajaba. A los pocos meses se mudó al local situado en Av. San Isidro y Arias, en donde comenzó a producir los mismos helados que hoy elaboramos.
Allí solo eran 4 personas trabajando y decidió mantener el nombre que llevaba la antigua heladería, ya que era conocida en el barrio y era el sobrenombre del anterior dueño.
En 1999 decidimos incursionar en el negocio de las franquicias. Hoy Chungo cuenta con más de 40 locales. A lo largo de este tiempo, la empresa superó innumerables situaciones y contextos cambiantes, sin embargo, siempre poniendo énfasis en el minucioso trabajo de elaboración y cuidado de nuestros productos. En 2012 Chungo incorporó un chef para el desarrollo de la carta de pastelería y salados, lo que nos permitió seguir creciendo, creando nuestra marca propia con productos de snacks, cookies, barritas y alfajores con el mejor dulce de leche.
El compromiso y la decisión de ampliar el negocio familiar, hizo que la estrategia de marketing se centrara en los productos y también en los locales, mediante un programa de diseño que tenía como objetivo replicar una imagen de marca clara, con una impronta única, en todas las franquicias, con la estética y propuestas, promoviendo las promesas que siempre fueron para nosotros, herramientas de valor.
Otro punto importante que nos diferencia, es que Chungo, para lograr una homogeneidad en la experiencia propuesta a los clientes y consumidores, implementó un centro de capacitación para el personal de toda la cadena. También asistencia continua mediante consultores a todos los franquiciados, sabiendo que ellos son socios estratégicos de nuestra marca. De esta forma podemos tener una gestión exitosa en cada punto de venta.
La incorporación de una política de Responsabilidad Social activa fue sin duda un factor sumamente sinérgico con la comunidad, pensamos nuestros productos considerando el impacto en el medio ambiente, además de ayudar en causas comunitarias y solidarias, acompañando a organizaciones sin fines de lucro.
El rebranding que hoy presentamos fue un proceso natural, la marca anterior nos representó cabalmente durante muchos años, pero sentimos que era hora de reformar nuestra imagen para acompañar todos los cambios internos y de propuestas que estábamos implementando.
Así fue como llegamos a esta nueva marca, que representa de manera inequívoca nuestras promesas, compromiso y pasión, que además rescata ciertos valores de aquella primera marca, la que tuvimos hace casi 50 años, cuando comenzamos a soñar en hacer el mejor helado del mundo.
Bienvenidos.